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Adriana Lea Plaza fue seleccionada por una de las mejores escuelas de actuación del mundo

por: Mónica Luján

Fotos: Tutto Ressini

La joven actriz boliviana Adriana Lea Plaza obtuvo una beca para cursar un programa de Shakespeare en la universidad de Oxford, en Reino Unido. Un gran reto para cualquier actor y un privilegio, que gracias a su esfuerzo y talento, ella lo ha conseguido.

La actriz Adriana Lea Plaza audicionó a distancia para acceder a un curso impartido por la British American Drama Academy en alianza con las universidades de Oxford y Yale; dos de las grandes escuelas de actuación del mundo. Un reto que no fue nada fácil, pero gracias a su tesón ha conseguido.

Adriana viajará este junio por dos meses para ser parte de este programa, que la llevará a la cuna de Shakespeare, el dramaturgo y poeta inglés que ella más admira. Esta experiencia es para la actriz la oportunidad de formarse con profesores de Harvard, Yale y Oxford; un sueño hecho realidad, además el actuar textos clásicos en la natal Inglaterra de Shakespeare, es un reto para cualquier actor.

Descubriendo su pasión

Adriana se sintió atraída por las artes escénicas a muy temprana edad cuando participó en pequeñas obras y producciones, pero cuando asistió a unas clases de actuación en Argentina descubrió que realmente era lo suyo. Así que decidió estudiar teatro. Nació en Tarija, pero dejó su ciudad natal para formarse en esta carrera. Vivió en diferentes ciudades, pero fue en Los Ángeles, California, donde realizó estudios de arte dramático en el conservatorio de actuación, The American Academy of Dramatic Arts.

Actualmente radica en Santa Cruz de la Sierra desde hace seis años, donde enseña teatro en el Cambridge College y en la Universidad Privada de Santa Cruz. Además continúa trabajando en obras de teatro junto a la compañía Otro Teatro.

AJÁ conversó con Adriana sobre la beca que obtuvo, su carrera y sus proyecciones profesionales.

«Es más gratificante hacer algo que te haga feliz y pelear por ello, que vivir por inercia sin descubrir de lo que eres realmente capaz»


¿Cómo lograste quedar entre los seleccionados para esta beca?
Audicionando mucho. Ya había aplicado cuando residía en Los Ángeles, mi audición fue en UCLA y no quedé seleccionada. Esta vez tuve que preparar textos en forma de monólogos clásicos y contemporáneos, y enviarlos a Inglaterra.

Estudié tanto mi parte que la gente que trabaja conmigo me decía que parecía loca, todo el día me veían hablando sola, hasta el guardia decía que me veía deambular por el colegio en la noche practicando. Recuerdo un sábado que un profesor de teatro vino a ayudarme y me hundió a la piscina del colegio con ropa y todo para que pueda sentir la desesperación del personaje.

Vivir del arte en Bolivia no es fácil, ¿Qué le dirías a las personas que deciden apostar por sus sueños, aun cuando es difícil?
Que es más gratificante hacer algo que te haga feliz y pelear por ello que vivir por inercia sin descubrir de lo que eres realmente capaz. Toca gestionar, producir, enseñar, dirigir, conseguir financiamiento, pero aprender de todo esto te hace incluso un mejor actor.

¿Cuál es tu filosofía de vida?
Seguir participando, siempre. Mientras más cuesta, más se valora y se forja mejor el carácter. Hacer lo que se puede con lo que se tiene y darle un cien por ciento a todo, no importa el lugar o el momento; el trabajo duro paga y no hay mejor sentimiento que el saber que uno logró todo por cuenta propia, ese tipo de seguridad no tiene precio y es lo que lleva al verdadero éxito.

¿Cuál es tu ideal de la felicidad?
Hacer lo que apasiona, sin importar las expectativas de los demás. El riesgo, para mí, eso es felicidad, salir del lugar de comodidad y luchar por lo que se quiere.

¿Cuál es tu gran miedo?
El fracaso

¿Cuál es el principal rasgo de tu carácter?
Sinceridad.

¿Quién es la persona (viva) a la que más admiras?
Dos personas: mi primer maestro de teatro en mi academia, Harvey Solin, y mi profesora de escritura creativa, Magela Baudoin.

¿Cuál es tu mayor extravagancia?
Ver la misma película más de 30 veces. La última extravagancia o locura fue irme a Sundance Film Festival sin tener dónde quedarme hasta un día antes; y me refiero a extravagancia porque la gente consigue un lugar con un año de anticipación, pero acepté el trabajo, tomé un vuelo a Utah y encontré algo en 24 horas. Asistí a los estrenos de las mejores películas independientes que ví en mi vida.

¿Tu estado de ánimo actual?
Cansancio

El gran amor de tu vida…
Mis sueños

¿Cuál dirías que es tu súper poder?
Lidiar con 300 adolescentes todas las semanas de mi vida.

¿Cuál es tu mayor gran logro?
Los que están por venir.

¿Cuál es tu bien más preciado?
Mi familia y amigos.

Tu héroe/heroína (de ficción o reales)
El personaje de Al Pacino en “Perfume de Mujer” por su coraje, y el de Robin Williams en “El Club de los poetas muertos”, trato de recordarme que ese es el verdadero labor y belleza de enseñar y tocar una vida.

La mejor parte de tu trabajo. La peor.
Como docente el ver que un alumno/a se sienta totalmente motivado. Soy bastante impaciente, así que es una práctica diaria en el trabajo y en la vida.
Lo peor es ver cómo se abandonan sueños que empiezan a despegar por el miedo al qué dirán.

Un momento que recuerdes de tu carrera
No se me ocurre un momento en específico, pero hay varios momentos mágicos en medio del trabajo de una escena, en el que uno deja de pensar, de “actuar” y comienza a vivir.

¿Tu próximo proyecto en las tablas ?
Actuar en “Enfermos de Amor”, una adaptación de la obra de Sam Shepard, junto a Mario Chávez y la compañía OtroTeatro.

Obra dirigida por Adriana Lea Plaza

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