Bienestar
Dime cómo te paras, y te diré cómo eres
por: Alejandra Laserna /Directora e Instructora de Mundo Pilates
foto: Andrés Herbas
Tu postura es tu carta de presentación. Alejandra Laserna nos da 5 consejos que se hacen en el Pilates para mejorar tu postura
¿Sabías que tu postura dice mucho sobre tí? A simple vista es una radiografía de tus desequilibrios musculares, tus horas en el escritorio e incluso tu actitud ante la vida. Pero también es algo que la gente nota mucho antes que tú misma te des cuenta que está deteriorada, no es por nada que una de las primeras correcciones que hemos escuchado al crecer es el incansable “¡Párate recta!”
Las personas con una buena postura se ven mejor en muchos sentidos, irradian confianza en sí mismas, se ven más altas, más delgadas e inclusive tienen una mejor actitud hacia la vida que las ”jorobadas’’. Pero lo que seguramente no sabes, es que tener una buena postura tiene beneficios para la salud que van mucho más allá de la apariencia física.
Tu postura dice muchas cosas sobre tu personalidad, como por ejemplo si tienes algún complejo o si eres tímida, un ejemplo: las personas más bajas tienen en promedio mejor postura que las altas. Y la postura es la manera en la que te llevas por la vida en tus actividades diarias. Además, si te mueves, trabajas y duermes con una mala postura todos los días, tus articulaciones sufren un desgaste y empiezas a crear desequilibrios musculares; es ahí donde empiezan las molestias. Esos desequilibrios musculares provocan dolor, tensión, pero también jaquecas, una respiración limitada, mala digestión, hasta falta de atención y ¡claridad mental!
Aquí tienes 5 cosas que hacemos en el Pilates para mejorar tu postura inmediatamente:
Crece. El arreglo más rápido para tu postura es simplemente pararte más alta, como si tuvieras un hilo por el centro de la columna que te jala hacia arriba y te permite crear más espacio entre tus vértebras.
Estírate. Gran parte de los dolores de la espada se deben a tensión acumulada; los músculos y tejidos blandos se van acortando limitando tu movimiento y provocando contracturas. Una secuencia de elongaciones o masajes es ideal para aliviar esto.
Ponte tu cinturón. Y no hablo del que está colgado en el ropero, ni el del auto, sino el cinturón natural de músculos profundos que te ayudan a sostener la columna. Prueba lo siguiente: Imagínate que te subes el cierre de un jean ajustado, mantén esa sensación de encoger la cintura llevando el ombligo atrás y alargándola. Es clave fortalecer la musculatura del centro o “core”, pero NO lo puedes hacer haciendo abdominales tradicionales o “crunches”, ¡eso podría ser aún peor para tu postura!.
Mueve la columna. Porque en nuestras actvidades cotidianas nuestro cuerpo intenta mantener la columna erguida la mayor parte del tiempo, perdemos la capacidad de articular las vértebras y la soltura de la columna vertebral. Movilizarla con el Roll-up, Cat stretch, Swan o Shoulder Bridge son especialidades del Pilates que alivian instantáneamente la tensión.
Obsérvate. Tomar conciencia de tu cuerpo y de cómo te organizas. De rato en rato mírate en un espejo cuando estás en una misma posición por un tiempo prolongado (sentada en un escritorio, parada con la cartera, etc.) y trata de implementar pequeñas correcciones, así como permitirte descansos de rato en rato.
CoFundadora, Directora e Instructora en Mundo Pilates
Instagram @ale_laserna_pilates