Bienestar
Mamá: cuídate primero a ti misma
por: Alejandra Laserna F. Instructora y Directora de Mundo Pilates, Cochabamba
foto: Ximena Velez-Liendo
Ser mamá no significa olvidarte de quien eres, sino encontrar la manera de cultivarlo. Lo difícil en el día a día es darte el tiempo y el espacio que tu te mereces, así que en esta nota encontrarás cinco consejos para lograrlo.
Es muy importante que te des tu tiempo personal, esto no sólo te recarga, sino que te da la oportunidad de reconectar contigo misma y con lo que amas hacer.
Pausemos un momento para pensar en los mensajes que hemos estado recibiendo este mes: “¡Eres la mejor mamá!”, “No hay nada más hermoso que ser Madre”, “Ser mamá es el trabajo más bello” y tantas otras cosas parecidas que nos harían pensar que cuando eres madre vives en un espacio de felicidad y satisfacción personal permanente. Y ¡no es cierto! Cualquier mujer que sea madre (y honesta) te dirá que a veces es hermoso, a veces aterrador, otras agotador, y la mayoría de las veces no es suficiente para hacerte feliz.
Lo que sí es absolutamente cierto es que cuando te conviertes en madre empiezas un camino donde es muy difícil ignorar a la biología, ya que nuestro cerebro selecciona la información más vital (el cuidado de ese nuevo bebé) para poner todo lo demás (tu vida personal, tu carrera… tus llaves) en un segundo o tercer plano. Y así debe ser, porque esa criatura indefensa no sobreviviría en este mundo sin nuestra constante atención. Pero, ¡cuidado! Que todo se nos hace costumbre, y pueden pasar los días y los años y nosotras seguiremos atendiendo a nuestros hijos olvidándonos de nosotras mismas, y eso puede ser algo terriblemente destructivo para nuestra individualidad.
En la maternidad nos imponemos tantos “deberías” que la mayoría de las mujeres nos sentimos malas madres si no estamos sacrificando algo por nuestros hijos. Y ese es el mensaje más destructivo que recibimos las mujeres que somos madres. Así que hoy te propongo aprender a ponernos en el lugar en el que realmente pertenecemos: en el centro de nuestras vidas.
Y aunque esto no es difícil, lo difícil es darte el tiempo y el espacio que tu te mereces. Así que toma en cuenta los siguientes consejos para poder lograrlo
- No ignores tus emociones. Las mamás somos las primeras en aprender a esconder nuestros miedos, angustias, depresiones, ansiedad para “estar bien” por nuestros hijos. No lo hagas, tu salud emocional es primordial.
- Rodéate de mujeres que te inspiran, te escuchan y te valoran. De esas que te hacen sentir más liviana, más motivada y recargada, normalmente estas son amigas del alma, pero también pueden ser personas con las que tienes una química instantánea y que te inspiran a ser tú misma y a perseguir tus sueños.
- Aprende a decir que NO cada vez que te sientas presionada a hacer algo por alguien. Es que no tienes que complacer a todos todo el tiempo. Sobre todo si al final tú vas a terminar sacrificando algo tuyo, por hacer algo por los demás.
- No necesitas elegir, puedes incluir. Cambia tus pensamientos limitantes “o soy mamá o profesional”, a pensamientos de abundancia “Soy mamá y profesional”. Ya sea entre ser mamá o trabajar, o tener tiempo, o tener dinero, o ser esposa, o tener vida social, son algunos de los ejemplos de las limitaciones que nosotras solitas nos ponemos, pero la abundancia empieza por cambiar nuestro modo de pensar y abrirnos a nuevas posibilidades para equilibrar nuestra vida.
- Aparta 20 minutos al día para hacer algo sólo por y para ti. Una charla con una amiga, tiempo a solas con tu pareja, ejercicio, un buen libro o una mascarilla para la piel.
CoFundadora, Directora e Instructora en Mundo Pilates
Instagram @ale_laserna_pilates