Bienestar
¿Y si acabamos con el estigma?
por: Gabriela Weiss
Si hay una realidad silenciada, estigmatizante y rodeada de mitos en la salud mental, es el suicidio. Es el elefante en la habitación que nadie ve y del que casi nadie habla. Para mí, se ha convertido en una cuestión tan importante que la hablo cada vez que puedo.
Mi hermano decidió quitarse la vida hace un año y medio. Así de rápido, sin aviso previo. Al pasar los meses fui entendiendo que algunos de los comportamientos que él tenía eran síntomas de una depresión. Ni yo, ni mi familia y tampoco sus amigos pudimos darnos cuenta.
Ahí, después de ese fuerte golpe, entendí la importancia que tiene la atención que les ponemos a los demás. Por eso, quise recopilar algunos de estos comportamientos para que ustedes puedan darse cuenta si alguien cercano a ustedes necesita ayuda.
- Cambios de humor extremos
- Poco interés en socializar y en sus actividades diarias
- Escasa energía
- Mucho tiempo en la cama
- Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba
- Más propenso al alcohol y las drogas
- Alteraciones del estado de ánimo, depresión, ansiedad y otro tipo de trastornos mentales y emocionales
- Aislamiento afectivo de familiares y alejarse de los amigos
- Cambios en sus hábitos alimentarios
No siempre es fácil determinar cuándo una persona está por quitarse la vida. Quizás para los psicólogos y psiquiatras sí, pero para el común de las personas lo más probable es que se confunda una depresión con una tristeza, ansiedad o angustia y eso suele verse como normal, aunque tampoco lo sea. Una tristeza, apatía, ira, ansiedad o angustia que perdura en el tiempo es un síntoma a tratar, y acá el otro asunto, buscar el tratamiento depende de la persona y acudir a un psiquiatra o psicólogo suele ser algo vergonzoso para muchos, por lo que se inhiben de hacerlo creyendo que pueden manejarlo hasta que se dan cuenta que no, y a veces es tarde para actuar.
Si estas considerando el suicidio por favor busca ayuda, física, mental, espiritual, emocional, la que sea, con la que te sientas mejor. No creas que puedes manejarlo solo, por más fuerte que seas, recuerda que es tu vida la que está en juego y si estas en este plano es para superar esto, para avanzar. Si se puede. No es fácil, pero se logra. Dale a la vida, a esta vida, una oportunidad más. Busca personas que han pasado por tu misma situación y han logrado salir adelante. Tu vida es valiosa, tú eres valioso y haces falta.
En caso de que tengas un familiar o amigo con tendencias suicidas, también busca ayuda. El suicidio se puede prevenir siempre que la persona esté dispuesta a superar la emoción que lo ha llevado a considerarlo, pero esa ayuda debe ser de quien conoce cómo hacerlo.
Si has vivido, como yo, la experiencia de un suicidio de un ser querido, entiende que no hay nada que hayas podido hacer para evitarlo. Quien está determinado a cometer suicidio por lo general lo hace. Tampoco se relaciona con nada que hayas hecho, no tiene que ver contigo.
Ante el suicidio solo queda aceptar, aprender y seguir.
¡Tu vida es valiosa, tú eres valioso y haces falta!
