Maria Renee Cortes

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Carta de mi futuro yo

por: Maria Renée Cortés

Recuerda este momento. Recuerda lo que sientes, lo que piensas, tus ilusiones, tus miedos…

Se que puede ser difícil cuando se esperan ciertas cosas de ti y con ellas me refiero a aquellas cosas que te impones sin descanso (más estabilidad laboral, más instinto maternal, más equilibrio emocional, más fortaleza mental). Deja que reposen, llegarán cuando sea su momento. Tampoco seas esclava de lo que se espera de ti, que muchas cosas no dependen de nuestros anhelos o esfuerzos. Donde vives, los pasos que tomaste, tu contexto económico, cómo te enfrentas o no a tus miedos y los impredecibles regalos y golpes del destino tienen mucho que ver en el devenir de tus humildes conquistas y derrotas.

Cometiste y cometerás errores. Te visitará el miedo, ya sea miedo a la confrontación, miedo a decir lo que piensas o sientes, incluso miedo a no saber. Cuando lo sientas no te paralices, que el miedo paraliza. Se valiente y recuerda que esta bien no saber que quieres en tu vida.

Recuerda que cada día estas trabajando sin darte cuenta en lo más importante: encontrar tu propia definición de felicidad y de bienestar. En esta búsqueda no te compares y no te dejes deslumbrar por aquellas personas que crees que tienen más que tú.

Tampoco pierdas tiempo en cuestionar tus decisiones pasadas ni en pensar si te llevaron a donde se supone que deberías estar. Mantén la mente en el presente y con la suficiente inteligencia como para vivir y celebrar cada una de tus victorias y crecer con las derrotas.

Con esto no quiero decir que te conformes ni que dejes de arriesgar. Arriesga por ese amor de novela, frágil y maravilloso, que te despierta un sinfín de sensaciones que remueven partes de ti que no sabías ni que existían; apuesta por ese cambio de piso, país o barrio que te regalará nuevos aromas a café por la mañana y que pondrá en tu camino a personas y sabores inesperados. Nunca dejes de descubrir lo que te rodea, absórbelo, respíralo y escúrrete por nuevas rutas que te regalen nuevas sensaciones, miradas y balcones para inventar historias.

Habrán momentos en los que pienses que el trazo que comenzaste a pintar sea errático, momentos en los que las inseguridades te superen, en los que no te aguantes ni a ti misma y en los que te sientas protagonista de Bridget Jones. ¿Y? No eres perfecta ni tampoco intentes serlo… es agotador y no te llevará a nada.

Aunque a veces sientas que no entiendes qué estas haciendo, abrázate por intentarlo. No hay nada como vivir en la tibieza. No te conformes con una vida predecible.

También habrán momentos en los que pierdas la perspectiva, es normal cuando estas enredada en el día a día o cuando no puedes ni ver el principio del fondo de tus sentimientos. Lo que importa en estos momentos es que tengas presente que todo (casi todo) en la vida es una coyuntura, o como me gusta llamarlo, parte de un proceso que te llevará a ser más grande.

Vive el amor y disfruta tu salud, agradece por tenerlos y nunca los des por sentado, son más frágiles de lo que crees. Cuando uno de estos dos protagonistas te de la espalda, se valiente y rodéate de quienes te hagan sentir extraordinaria.

Tendrás heridas, habrán desencantos, incluso días que sentirás la falta del sentido de la existencia. Cuando estés hundida, y cuando no, busca propósitos o causas, encuentra la manera de ser más generosa, sonríe a las personas que se cruzan por tu camino y se más coherente con lo que piensas. Aférrate al entusiasmo y a la alegría. No dejes morir en ti aquello que define quien eres. Se que a veces puede ser difícil, pero pon toda tu energía para que eso nunca suceda.

Y para terminar no dejes de crear magia… estés pasando por lo que estés pasando, hazlo. Y sueña, sueña con dar la vuelta al mundo en un barco de vela. Retoma esas clases que te llenan, lee, respira la madrugada, haz deporte, siéntete en deuda por tener una familia maravillosa, date unos minutos para contemplar la vida en silencio, no tengas miedo a demostrar lo que sientes, enseña lo que escribes, escribe más, haz que él te cocine una cena y te regale infinitas botellas de vino, emociónate con lo que te dé la gana, aprende cada día algo nuevo (y no dejes el hábito de anotar la lección del día en post its), haz más planes con tus amigas, vuelve a vivir los recuerdos con sonrisas, cocina bailando y cuida los pequeños detalles.

Vive… solo vive. Sorpréndeme y sorpréndete con lo que tienes dentro. Lo demás es perder el tiempo.

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