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Un emprendimiento de dos hermanas que se solidariza con la Chiquitanía
por: Mónica Luján
El emprendimiento de dos hermanas adolescentes, Luciana y Julieta Medrano Urioste, comenzó a crecer más allá de su grupo de amigos y familia, y se podría decir que hasta se impuso una moda. Pero más allá de esto, es su sensibilidad y solidaridad con lo que está sucediendo en la Chiquitanía la que es digna de resaltar, ya que encontraron una forma creativa de aportar a esta situación.
Hace unos días atrás en una reunión de amigas, una de ellas nos comentó que sus hijas (adolescentes) habían emprendido un negocio: hacer manillas.
Al sentirse, como casi todos en Bolivia, afectadas por lo que está sucediendo, ellas decidieron crear dos modelos de manillas que representa lo sucedido y donar el 30 por ciento de sus ganancias a esta causa. La primera está hecha sobre una base de hilo verde que representa la vegetación y encima tiene una mezcla de colores que van en diferentes tonos de naranja que representan el fuego que está acabando con los pulmones del planeta, y la segunda es verde en distintas tonalidades como una representación de la esperanza, que aún no está perdida.
Es más que rescatable que en plena adolescencia crearan su mini empresa, pero es más aun, verlas comprometidas con una causa. Cuando creamos Ajá una de nuestras premisas era ser una plataforma que reconoce el trabajo de mujeres emprendedoras y por qué no contarles la historia detrás de HERMANILLAS, un emprendimiento de dos hermanas con los objetivos trazados y además comprometidas con el medio ambiente.
«Siempre nos ha preocupado el tema de la ecología y estamos muy tristes de ver todo lo que está pasando en una zona tan hermosa de nuestro país, en la que han ocurrido incendios que han salido de control y están acabando con tanta fauna y flora, y sobre todo con los árboles que son hogar y refugio de tantas especies animales y también los pulmones que nos aportan oxígeno”.
¿Cómo nace la idea de crear Hermanillas?
El pasado mes de julio fuimos de vacaciones con nuestra familia a un hotel en el que hay actividades programadas para los huéspedes. Una de las actividades era hacer manillas de la amistad, y como a nosotras siempre nos gustó hacer manillas, decidimos participar. Ahí conocimos a dos animadoras del hotel, Dulce y Judith, que eran muy carismáticas y pacientes, y ellas nos enseñaron a hacer muchos modelos, aunque nos costó mucho aprender a empezarlas y cerrarlas. Al principio, ellas nos ayudaban haciéndolas, cada vez que íbamos a iniciar o a terminar una manilla. Dos días antes de regresar a Bolivia, pensamos que nos iba a dar mucha pena no poder hacerlas nunca más porque no sabíamos cómo se empezaban ni se terminaban, así que les pedimos que nos enseñen, y aunque nos costó mucho aprender, finalmente lo logramos. Luciana y Julieta Medrano, creadoras de Hermanillas
¿Cómo comenzó su emprendimiento?
Al llegar a Bolivia muchas de nuestras amigas comentaban que les gustaban mucho las manillas que teníamos puestas y se nos ocurrió ofrecerlas para la venta, y así fue como empezó todo. Nos dedicamos a buscar un hilo que se parezca al que habíamos usado durante el aprendizaje, y con la ayuda de nuestra mamá lo encontramos en diferentes colores. Nuestro papá nos ayudó a hacer las tablitas para fabricar las manillas.
Han creado dos manillas una de la Chiquitanía y otra de la Amazonía. ¿Qué pueden comentarnos sobre esto?
Las manillas las creamos hace unos días. Estábamos preocupadas y nos sentíamos impotentes de ver lo que estaba pasando y se nos ocurrió la idea de crear un modelo de manilla que nos permita reunir fondos para ayudar, y así dar un granito de arena a esta causa. Así que lanzamos los modelos “Amazonas” y “Chiquitanía”. Como jóvenes, juntos todos podemos hacer algo para parar esto y tomar conciencia ecológica porque es el mundo en el que vivimos y no existe un planeta B.
¿Concretamente cómo aportaran a esta causa?
“El 30 por ciento de todo lo que recaudemos con la venta de estos dos modelos vamos a donar para ayudar a los damnificados de la Chiquitanía. Entraremos en contacto con grupos de voluntarios para asegurarnos de que estos fondos lleguen a buenas manos y así sentirnos menos impotentes e indiferentes con lo que está pasando en nuestro país”
¿Cómo crean el nombre de su emprendimiento?
Con todos los insumos listos, empezamos a pensar en el nombre para nuestro emprendimiento. El nombre nació como idea de Luciana. La idea era combinar las palabras HERMANAS y MANILLAS y de ahí se originó HERMANILLAS. Ya teníamos los hilos, el nombre y las ganas de empezar un negocio.
Al principio comenzamos con miedo, porque invertimos una parte de nuestros ahorros para comprar los materiales, y no estábamos seguras si lograríamos vender las manillas una vez que empecemos a fabricarlas.
Creamos una página en Instagram (@hermanillaslj), y empezamos a captar seguidores. En un principio nos empezaron a seguir familiares y amigos, y a la fecha ya alcanzamos más de 400 seguidores, siendo muchos de ellos personas que no nos conocen, pero les ha gustado la idea de comprar manillas para ellos mismos o como regalos.
Recibimos el apoyo de nuestros papás que nos alientan con ideas, nos llevan a comprar materiales, y nos apoyan con la entrega de algunos pedidos. También recibimos un gran apoyo de primer y más fiel cliente, Darío, nuestro hermano menor, que ha impuesto la moda de las HERMANILLAS entre sus amigos del colegio y del fútbol. Siempre tenemos presentes a Dulce y Judith que nos enseñaron todo sin egoísmo, y también a nuestros amigos y familia que nos apoyaron desde el principio, comprando y compartiendo nuestras publicaciones y sin los cuales no hubiéramos podido llegar donde estamos.
¿Qué materiales utilizan para hacer sus manillas?
Los materiales son básicamente un hilo especial del que tratamos de tener un surtido cada vez más amplio de colores. A veces es difícil de encontrar, y sobre todo conseguir algunos colores que se van acabando, pero nos damos los medios para conseguir los hilos y no fallar en los pedidos.
También utilizamos las tablitas en las que vamos haciendo el tejido, encendedor, piquete y papel madera o cartulina especial donde las ponemos para entregarlas con el logo de Hermanillas.
¿Cómo crean cada una de ellas?
Tenemos 4 modelos base, con nombres inventados por nosotras: “Escalera”, “Empanada”, “ADN” y “Flecha”. A estos hemos ido agregando algunas variantes como ser “Planeta”, “Protección”, “Suerte” y “Nerds”. Los modelos están todos en la página de Instagram, así como los colores que tenemos disponibles.
Teniendo los modelos y colores como base, hay múltiples posibilidades y cuando alguien quiere hacer un pedido, selecciona primero el modelo y los colores y de esta manera se personaliza el pedido que nos envían por mensaje y nosotras nos ponemos a trabajar.
También se han dado casos en los que la gente se ha inspirado en los pedidos previos, ya que publicamos todas las fotos de las manillas que nos piden en nuestra historia de Instagram y de repente alguien ve una combinación de colores que le gusta y nos pide una igual.
“Creemos que una de las razones por las que nuestras manillas gustan tanto es porque son una creación entre de quien las pide y nosotras que las hacemos”.
¿Cuántas manillas alcanzan a producir por semana?
Cada día es diferente y depende mucho de nuestras actividades del colegio o extracurriculares (nuestros papás nos han dejado claro que el colegio es lo primero). Muchas veces nos ayuda nuestra mamá cuando estamos con muchos pedidos y no nos alcanza el tiempo. El tiempo es nuestro mayor problema, porque no solo es hacerlas, sino hacer que lleguen a quién las ha pedido. Algunas las entregamos en persona, en otros casos algunos amigos de otros colegios nos ayudan a repartirlas.
Creemos que lo más lindo de esta iniciativa es que puede ser un ejemplo de que para ser emprendedor no se necesita tener gran capital para empezar, sino las ganas y la idea de empezar algo y de esta manera poder ocupar el tiempo en algo positivo que además pueda dar la satisfacción de ser independiente.
“La premisa de HERMANILLAS es hacer manillas personalizadas para cada pedido, sin embargo, los modelos de la Chiquitanía y Amazonía las hacemos sin personalizar. Queremos llegar con un mensaje claro: ¡juntos podemos ayudar a cambiar las cosas, empezando por lo chico, y podemos ser parte de un cambio positivo!”.
Luciana y Julieta Medrano